Lo que acaba de ocurrir en el Chubut ya nos aproxima a aquella Edad Media del poderoso y del que agacha el lomo. La Justicia ha declarado que el multimillonario italiano Benetton con 900.000 hectáreas tiene razón sobre la gente de la tierra, Atilio Curiñanco y Rosa Nahuelquir, y les quitó a éstos las 385 hectáreas que les corresponden desde siempre. Porque se las dio Dios, su nacimiento y su pertenencia a esa tierra. Claro, aquí todo comenzó con la llamada Conquista del Desierto, del general Roca, que con el Remington de seis tiros por minuto gritó en todas las pampas: esta tierra es mía, mía, mía. De él, no de las comunidades originales. De él y sus amigos. El presidente Uriburu, no se sabe por qué ni con qué derecho, les "regaló extensiones de 90.000 hectáreas a diez ingleses". No se saben los motivos, no se sabe por qué. Si los ingleses las aceptaron y los roquistas se quedaron con el vuelto, o no. Porque la coima nunca fue delito. El propio general Julio Argentino Roca, con el monumento más alto que todos, a la altura de Dios en el altar de la Catedral, lo escribió con su sentido irónico de gobernar a los argentinos: "Cuando se proyectan grandes empresas y circula mucho dinero y el éxito o el fracaso de los planes depende de la decisión final de los políticos o funcionarios, es inevitable que haya soborno o que se lo presuma -lo que es igual-. Traté de que no lo hubiera pero no me habría escandalizado porque la corrupción es propia de la naturaleza humana y en el campo de la cosa pública hay que ocultarla para que el pueblo no pierda la fe en sus gobernantes". Julio Argentino Roca. Una norma de vida. Cuando les quitó la tierra y la vida a los indios del sur se quedó con una dádiva de quince mil hectáreas. Dádiva o coima. El la llama un regalo. Sí, pero de los políticos subalternos.
Está todo dicho. Lo vemos en el juicio de Benetton contra dos humildes pero enteros hijos de la tierra mapuche. No olvidemos el nombre del juez, Jorge Eyo, que le acaba de dar la razón en todo a Benetton, el multimillonario, y los dejó sin sus surcos plantados con semilla a los reales dueños de esa tierra patagónica. De esos habitantes que jamás pusieron alambre a las extensiones que llegan al horizonte. Precisamente porque quieren ver el horizonte. Benetton el ricachón europeo, en cambio, a la belleza patagónica le pone alambre de púa y le cierra las tranqueras. A la estancia de Benetton, la gente lugareña con su sabiduría de siglos le dice "La Jaula". Del cielo sin confines de antes de Roca a La Jaula. Civilización globalizada. Ya el general Roca en su genocidio amaba el alambrado. Y lo dirá: "Tierras libres de indios que podían cercarse a voluntad con ese maravilloso hilo metálico, el alambrado".
El alambrado, el signo patrio más querido por nuestro general Roca. Ponele alambrado a la belleza así serás rico y votado. Para los pobres el talerazo de la injusticia, para los ricos, el alambrado de la propiedad. Anótelo señor juez Jorge Eyo. Se lo dijo en la cara ese inolvidable abogado territoriano Gustavo Macayo, de Esquel, defensor de la tierra mapuche que le recordó a la Justicia el olvido y la desatención del Estado sobre la tierra para los pueblos originarios. El derecho de éstos de no ser expulsados por el dinero del soborno y la coima, de la explotación europea a las civilizaciones que tienen la vida como meta y no la acumulación de riquezas. El juez Jorge Eyo falló para el desbordado multimillonario de Treviso. En su estancia, antes de Roca, escuela de pájaros y de cielos pintados por Miguel Angel, ahora permanentemente se huele a desinfectante, que es lo que dejan siempre a su paso los destructores de las imágenes del paraíso tan cercano.
Pero bien, el de la Justicia fue el triunfo del egoísmo más ramero y plebeyo. Todos creíamos que el señor Benetton, antes de iniciar el juicio iba a comprar 387 hectáreas en cualquier lugar de Chubut y se las iba a regalar a Curiñanco-Nahuelquir para que ahí siguieran sus trabajos agrícolas. Por lo menos ese gesto. Pero no. Afuera, que todo esto es mío, mío, mío. Ni siquiera ese gesto. Que es posible que la pareja mapuche no hubiera aceptado, basada en un sano orgullo de siglos.
No. Todo para él. Sabemos que la gente limpia de Treviso, en el norte italiano, la ciudad del centro de actividades de Benetton, ya está preparando la "operación Salivazo" como muestra de desprecio a su coetáneo. Por lo menos eso, que vale mucho. Decirle a uno lo que es expresado en una abundante expectoración humana del desprecio eterno.
No habrá mariposas ni cóndores pensativos ni bandadas de pájaros en busca de miradas. Todo terminará cuando se exporte el agua patagónica y ya se derrumben las montañas por falta de nieve y cuando los últimos guanacos ya estén bajo vidrio en Miami. Gracias a Roca, Menem permitió la venta de las 900.000 hectáreas a Benetton. A principio del siglo pasado, ya se había vendido todo el sur patagónico a ingleses y otros extranjeros. Y si no que lo diga la llamada concesión Grünbein. Viva la pepa. Los estancieros ingleses con sus cazadores de indios liquidaron a los tehuelches. Mejor dicho, para emplear el léxico de Roca, a los "salvajes", a los "bárbaros". Por lo menos el general libertador San Martín los llamaba con respeto: "nuestros paisanos los indios". Pero nosotros a Roca le hemos dado el principal lugar de Buenos Aires y la estatua más grande desde donde vigila la Casa Rosada, mientras a San Martín lo mandamos al Retiro.
Esto que ha ocurrido es algo fundamental para demostrar si los argentinos, además de lo que dice el obispo Giaquinta que somos fallutos, ladrones y groseros, somos los perfectos perversos y los prostituidos de Benetton. Ante la resolución increíble del juez Jorge Eyo -mejor dicho, de la Justicia argentina- ahora tienen que tomar la palabra las legislaturas de Chubut, Río Negro, y Neuquén; los gobernadores de esas provincias -todos con poderes legales sobre el caso- y el presidente Kirchner, patagónico ante todo, que tiene el conocimiento de la horrible tragedia que originaron en su Santa Cruz los estancieros ingleses, ayudados por el gobierno "democrático" del radicalismo y el ejército nacional. Siempre dentro del pensamiento de su máximo héroe, el genocida Julio Argentino Roca. Pero también tienen que expedirse los diputados y los senadores nacionales. Hay un camino legal sagrado: el hacer respetar la limpia dignidad de los pobladores de estas tierras. Nuestros paisanos los indios, señores políticos, son hijos de nuestra tierra y no hay que tratarlos como limosneros. Antes que los dólares de Benetton, los sentimientos y los derechos de Atilio Curiñanco y Rosa Nahuelquir. La ética.
Tomado de:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-36300-2004-06-05.html
Más información:
http://www.santarosarecuperada.com.ar/rosa_atilio.html
CARTA ABIERTA DE PEREZ ESQUIVEL A BENETTON
Buenos Aires,14 de junio del 2004
Carta abierta al Señor Benetton
Reciba el saludo de Paz y Bien
Al escribirle la presente carta, que espero lea detenidamente; lo hago entre el asombro y el dolor de saber que usted, un empresario con una gran representatividad internacional, se ha valido del dinero y la complicidad de un juez sin escrúpulos, para quitarle las tierras a una humilde familia de hermanos Mapuches, en
Quiero recordarle e informarle que Mapuche, significa Hombre de la tierra, existe una comunión profunda entre nuestra Pachamama, "
En los brazos de
Debe saber que cuando a los pueblos originarios les quitan las tierras los condenan a muerte; o los reducen a la miseria y al olvido: Pero siempre existen los rebeldes que no claudican frente a las adversidades y luchan por sus derechos y la dignidad como personas y como pueblos.
Continuarán reclamando sus derechos sobre la tierra por ser los dueños legítimos, de generación en generación, aunque no tengan los papeles que un sistema injusto les reclama y le adjudica las tierras a aquel o aquellos que tienen dinero y los expulsan de sus lugares robándoles las tierras, las estrellas y los vientos que traen las voces de sus mayores.
Es difícil comprender lo que digo, si no sabe escuchar el silencio, si no sabe percibir las voces del silencio; la armonía del universo con las cosas más simples de la vida. Algo que el dinero nunca podrá comprar.
Cuando llegaron los conquistadores "los huincas" ( los blancos), masacraron miles de pueblos "con sus palos de fuego", cometiendo un genocidio y etnocidio, para apoderarse de sus riquezas y robándoles las tierras y la vida. Lamentablemente ese saqueo sin piedad continúa hasta el día de hoy.
Señor Benetton, usted ha comprado 90 mil hectáreas de tierra en
Quiero decirle que a quien usted les quitó, con la complicidad de un juez injusto, las 385 Has. de tierra, con las armas del dinero, es una humilde familia Mapuche, con identidad, con corazón , con vida y que luchan por sus derechos; ellos son Atilio Curiñanco y Rosa Nahuelquir, dueños legítimos desde siempre, por nacimiento y por derecho de sus mayores.
Quisiera hacerle una pregunta Señor Benetton: ¿Quién le compró la tierra a Dios?.
Usted sabe que a su estancia los lugareños le llaman "
Es como los señores feudales levantaron los muros de la opresión y el poder de sus latifundios a costa de los más débiles.
En Treviso, ese hermoso pueblo al norte de Italia, donde usted tiene el centro de sus actividades, no sé lo que piensan los ciudadanos y ciudadanas, acerca de sus actos. Espero que reaccionen con sentido critico y le reclamen que actúe con dignidad y devuelva esas 385 Has. a sus legítimos dueños, que cese el despojo.
Sería un gesto de grandeza moral y le aseguro que recibiría mucho más que las tierras: la gran riqueza de la amistad, que nunca el dinero puede comprar. Le pido Señor Benetton que viaje a
Creo que los lugareños en vez de llamar “
La decisión está en usted. Si se decide a restituir las tierras a los hermanos Mapuche, me comprometo a acompañarle y compartir con ustedes y escuchar las voces del silencio y el corazón. Todos pasamos por la vida, cuando llegamos estamos partiendo y nada podemos llevarnos; sí podemos dejar a nuestro paso las manos llenas de esperanzas a fin de construir un mundo más justo y fraterno para todos.
Que
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
argentina.indymedia.org
Recuperación de tierras de la familia Curiñanco-Rúa Nahuelquir
Por Diputado de la Nación Carlos Tinnirello - Thursday, Feb. 15, 2007 at 9:28 PM
ctinnirello@diputados.gov.ar
COMUNICADO DE PRENSA
En el marco de la medida llevada a cabo por los miembros de la familia Curiñanco-Rúa Nahuelquir y por integrantes de comunidades mapuches de la Patagonia, el Diputado de la Nación, Carlos Alberto Tinnirello, del bloque Red de Encuentro Social (REDES), presentó en el día de hoy un proyecto de declaración manifestando, una vez más, su solidaridad con la lucha que vienen realizando la familia Curiñanco-Rúa Nahuelquir para recuperar lo que tanto significa para ellos, la tierra donde han nacido sus hijos y donde yacen los restos de sus antepasados.
Estas tierras que fueran arrebatadas por el grupo italiano Benetton, y obtenidas violando la propia legislación entonces vigente, fueron recuperadas en el día de ayer por la familia Curiñanco-Rúa Nahuelquir, quien había sido desalojada el 2 de octubre de 2002.
El diputado Tinnirello presentó el 13 de septiembre de 2006, en la Cámara de Diputados de la Nación, un proyecto de ley para la Restitución de las tierras a la familia Curiñanco-Rua Nahuelquir. En este proyecto se declara de utilidad pública y sujeto a expropiación el denominado "Predio Santa Rosa", ubicado en el paraje Leleque, en la provincia de Chubut, restituyéndoselo gratuitamente a esta familia. Cabe destacar que este proyecto no tuvo intención de ser tratado por ninguno de los bloques mayoritarios que conforman la Cámara de Diputados de la Nación. En función de ello, desde el bloque Red de Encuentro Social, exigimos su pronto tratamiento e inmediata aprobación.
Atilio Curiñanco y Rosa Rúa Nahuelquir hace varios años que vienen reclamando por esta restitución. En el año 2004, se hicieron presentes en la Cámara de Diputados de la Nación, en la jornada Mapuche-Tehuelche -organizada por el diputado Tinnirello-, y en la cual denunciaron junto con unas quince comunidades indígenas, la situación de desalojo y atropello que vienen padeciendo de manera sistemática. Durante su estadía en Buenos Aires, en septiembre del pasado año, el Sr. Atilio Curiñanco se hizo presente también ante la Subsecretaría de Tierras de la Nación, sin obtener respuesta alguna. Esto no hace más que evidenciar, una vez más, lo que esta familia manifestó en el comunicado difundido en la mañana de ayer: "Hoy hablamos los silenciados de siempre a los sordos simuladores que han "gobernado" este país".
Secretaría de Prensa
Diputado de la Nación Carlos Tinnirello
Bloque Red de Encuentro Social (RedES)
Tel. – Fax: 011-6310-7406
ctinnirello@diputados.gov.ar
http://www.redencuentrosocial.org
Tomado de: http://argentina.indymedia.org/news/2007/02/488380.php